Una mujer lo es todo,
es amor en transparencias,
con gusto a jazmines y rosas.
Es pasado, es futuro,
es principio y es fin.
Es un sueño compartido,
un despertar de sonrisas
y cosquillas en los labios.
Una mujer lo es todo,
una planta que desea libertad
y se escapa de una reja,
o un juego de tazas antiguas
tras una vitrina.
Una mujer lo es todo,
deshace nudos de corbata
mientras apoya sus labios
en el cuello, al compás
de un te quiero,
para perpetuar sus besos
en el cuerpo de un hombre.
Una mujer lo es todo,
amor tormentoso y sin rumbo,
desordenado y cálido,
casi sin cordura,
y a veces suicida.
Es sinónimo del buen amor,
con su vestido mojado
pegado al cuerpo,
extiende su sonrisa
por el rostro en pleno otoño,
mientras juega con las flores,
los jarrones y su tiempo.
Una mujer lo es todo,
cuida sus hierbas de maceta,
pone el agua en el fuego,
y comparte su buen amor,
con infusión caliente
como su cariño.
Vuela abrazada a al amor,
y baila colgada de un recuerdo,
hasta habitar en el corazón,
o en la caja de una guitarra
saliendo a volar en melodía.
La mujer lo es todo,
navega, ama, vibra, sueña,
llora el amor en silencio
abrazada a su almohada,
con solo la luna como testigo,
pero al amanecer envuelve
es amor en transparencias,
con gusto a jazmines y rosas.
Es pasado, es futuro,
es principio y es fin.
Es un sueño compartido,
un despertar de sonrisas
y cosquillas en los labios.
Una mujer lo es todo,
una planta que desea libertad
y se escapa de una reja,
o un juego de tazas antiguas
tras una vitrina.
Una mujer lo es todo,
deshace nudos de corbata
mientras apoya sus labios
en el cuello, al compás
de un te quiero,
para perpetuar sus besos
en el cuerpo de un hombre.
Una mujer lo es todo,
amor tormentoso y sin rumbo,
desordenado y cálido,
casi sin cordura,
y a veces suicida.
Es sinónimo del buen amor,
con su vestido mojado
pegado al cuerpo,
extiende su sonrisa
por el rostro en pleno otoño,
mientras juega con las flores,
los jarrones y su tiempo.
Una mujer lo es todo,
cuida sus hierbas de maceta,
pone el agua en el fuego,
y comparte su buen amor,
con infusión caliente
como su cariño.
Vuela abrazada a al amor,
y baila colgada de un recuerdo,
hasta habitar en el corazón,
o en la caja de una guitarra
saliendo a volar en melodía.
La mujer lo es todo,
navega, ama, vibra, sueña,
llora el amor en silencio
abrazada a su almohada,
con solo la luna como testigo,
pero al amanecer envuelve
lo amargo entre mieles,
para recomenzar su día.
para recomenzar su día.
Mujer, vos que lo sos todo,
que pequeños somos los hombres
ante semejante prueba
del buen amor.
Juan
que pequeños somos los hombres
ante semejante prueba
del buen amor.
Juan
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