Las mujeres tienen las mismas costumbres de los salvajes: adornarse con plumas, colgarse aros de las orejas, pintarse la cara y salir a conquistar a los vecinos.
Se llama en amor "mujer honesta" a la que se comporta como una prostituta exclusivamente con un solo hombre.
El amor es el puente para pasar del onanismo al embarazo.
El amor se parece muchísimo al catarro: Cuando empieza nos pone febriles. A la mitad nos impide salir por las noches libremente. Y por fin cuando se acaba, nos obliga a secarnos los mocos y las lágrimas con un pañuelo.
El amor es como los columpios, porque casi siempre empieza siendo diversión y casi siempre termina dando náuseas.
Las glándulas mamarias de la mujer son la única persistencia del hombre; las agarra al nacer y ya no las suelta hasta morir de viejo.
El hombre que se ríe de todo, es que todo lo desprecia. La mujer que se ríe de todo, es que sabe que tiene una dentadura bonita.
Enrique Jardiel Poncela